Las bases de competencia son su esperanza , el equipo que no quiere descender

El AD Chalatenango es el equipo más perjudicado durante el Torneo Clausura 2023 tanto en lo futbolístico donde los resultados no estuvieron a su favor como en lo administrativo donde podía haber una pequeña esperanza de mantener la permanencia en primera pero no fue posible y se terminó confirmando que estará en segunda, aunque no están felices en el club.

El club emitió un comunicado durante la semana donde claramente especifican que son conscientes de los resultados que obtuvieron en la competencia que les había confirmado su descenso, pero la visión cambia con los hechos ocurridos el pasado sábado con los fallecidos en la tragedia del Estadio Cuscatlán que obligó en ese momento a parar los partidos siguientes.

Chalate afirma que en las bases del reglamento especifica que el descenso es medido y definido con base a los resultados que obtienen sumando todos los puntos obtenidos entre el Apertura y el Clausura por lo que al ser suspendido el resto de partidos que incluían cuartos, semifinales y final no pueden completar estos requisitos que les enviarían a la segunda división.

Estas declaraciones del comunicado, junto a otras que han ido surgiendo durante la semana, han generado diferentes opiniones entre el público, con personas que opinan que que antes de la tragedia ya se conocía al descendido, también hay quien está a favor como el usuario de Twitter @josejovel que comenta: "Está bueno que peleen por mantener su categoría. Están en todo su derecho. La comisión normalizadora se ha precipitado en esta última decisión".

La base de Chalatenango para no descender

El Chalatenango argumenta que ambos torneos forman una misma etapa que incluye a los ganadores del campeonato tras jugar la final, además al subcampeón y el último lugar de la tabla acumulada, de tal forma que si en este Clausura no se elige a los primeros dos, no podría elegirse a un equipo que vaya a la segunda tal como les confirmó la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT).

La última vez que un torneo fue cancelado por situaciones fuera de lo deportivo se remonta a 2020 en medio de la pandemia por Covid-19 que obligó a no jugarse ningún otro partido y congeló automáticamente todo, incluyendo no tener campeón y subcampeón o equipo eliminado.