Dejaron a un lado al balón para apoyar en la crisis del Cuscatlán

Futbolistas de Alianza y de FAS dejaron de un lado la competitividad del torneo Clausura 2023, para poder salvar a algunas de las personas que se vieron afectadas, por la avalancha humana que se generó en una de las localidades del del estadio Cuscatlán, en el arranque del partido de vuelta donde se medían fuerzas los albos con los tigrillos.

Al ver las dramáticas escenas, los jugadores no dudaron en brindar su apoyo a los afectados sin importar que era hinchas rivales como es el caso de los jugadores santanecos. Pero de igual formas los jugadores paquidermos actuaron ante esta situación.

El santaneco, Gerson López, fue uno de los futbolistas que sacaron su lado ejemplar y llevaron a un lugar seguro a los aficionados. El también tigrillo, Rudy Clavel, mostró un gesto noble con los afectados.

Producto a la mortal estampida, fallecieron 12 personas -dato actualizado por la PNC en un inicio indicaron que eran 9- y 500 personas lesionadas.

Según la información oficial, una turba de aficionados albos ingresó a la fuerza en el sector de sol preferencial, para poder ver el partido contra los fasistas. Las puertas habían sido cerradas, porque se estaba acabando la capacidad de aficionados en la zona.

Sin embargo, los hinchas hicieron caso omiso y se abalanzaron contra las puertas, aprovechando de que había poco seguridad de las autoridades de la Policía Nacional Civil (PNC). Al armarse el desorden, hubo un choque entre los que querían entrar con los que querían salvar su vida.

Todo se salió de control

También hay asistentes al estadio que señalan que agentes de la Policía Nacional Civil habrían lanzado gases lacrimógenos contra aficionados que buscaban ingresar al escenario deportivo, lo que habría provocado la avalancha de personas, en las afueras de sol general.

“Aquí el único problema es la directiva de Alianza, porque eran dos puertas no de portón sino de casa para 4 mil o 5 mil personas. No estábamos jugando con Jocoro, era FAS y en cuartos de final se iba a llenar el estadio como que era una final. Cerraron el portón 25 minutos antes, la gente empezó a empujar, luego la gente botó el portón, porque quería vivir ya no quería ver el partido”, dijo Héctor Rivas, aficionado albo, que se encontraban tirado en el engramillado y con lagrimas en los ojos porque creyó que su hijo iba a estar en las cifras fatales.